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La “inteligencia de direcciones”, clave del éxito

Con el creciente volumen de paquetes, el error en las entregas se está convirtiendo en un problema cada vez mayor.

La imposibilidad de entregar un paquete no solo causa frustración a los consumidores y a los repartidores, sino que también supone un costo importante. 

El Big Data puede ayudar a que la última fase de la entrega, sea más eficiente y a un aumento del éxito en las mismas.

Para equilibrar la relación costo-servicio, las empresas de paquetería deben controlar los costos de entrega a nivel de cliente: ¿qué entregas y clientes aportan realmente beneficios? 

La «inteligencia de direcciones» puede ayudar a identificar redes y opciones de entrega (y devolución) alternativas para zonas concretas.

Por ejemplo, hay zonas de las ciudades que la mayoría de las casas están vacías durante el día, por lo tanto, no tiene sentido enviar a un repartidor en horario comercial. Basándose en la «inteligencia de direcciones», es más eficiente ofrecer una entrega en horario nocturno.

Una forma sencilla de aplicarla es identificar en la primera fase del proceso de compra cómo quiere el cliente recibir su paquete. Ya en la verificación final, los minoristas pueden ver cómo lo quiere para asegurarse de que los procesos logísticos se ajusten en consecuencia.

De este modo, tanto los minoristas online como los transportistas pueden adaptar sus cadenas de suministro para ser más eficientes.

Es clave que tu servicio de paquetería utilice la “Inteligencia de Direcciones” como forma de mejorar tus costos y servicios de cara al consumidor final.